Vamos a preparar todo en una única cazuela, así que necesitaremos que sea amplia para que nos quepan todos los ingredientes sólidos más en caldo de pollo sin que llegue a desbordar.
Troceamos la pechuga de pollo en trozos regulares.
En la cazuela calentamos un poco de aceite de oliva y sofreímos el pollo a fuego alto hasta que esté dorado por el exterior.
Retiramos y reservamos.
Pelamos y picamos finamente el diente de ajo, añadimos un poco más de aceite a la cazuela y lo sofreímos a fuego suave.
Lavamos y picamos los dos tipos de pimiento y los añadimos a la cazuela.
Removemos y pochamos durante 10 minutos.
Agregamos el tomate natural rallado y la carne de pimiento choricero, mezclamos bien y sofreímos de nuevo unos minutos.
Cuando el agua del tomate empiece a evaporar agregamos el arroz y el pollo y removemos bien.
Por último, incorporamos el caldo de pollo, removemos y llevamos a ebullición.
En el momento en que comienza a hervir, bajamos la intensidad del fuego y dejamos cocer a fuego medio durante unos 12 minutos, removiendo un par de veces durante este tiempo.
Retiramos del fuego, tapamos y dejamos reposar unos cinco minutos aproximadamente antes de servir.