José Eduardo (1993), hijo de Antonio y Clotilde, el menor de tres hermanos decide con su mayoría de edad querer tomar las riendas de la explotación caprina familiar, con la idea de darle un cambio y pasar de las cabras mestizas para la producción de leche de su padre (Antonio Rodríguez García) a querer tener una explotación de cabras de raza autóctona palmera y producir leche y queso. Así continúa con la tradición familiar iniciada con su madre (Clotilde Arecida Cruz Hernández, Yeya) la cual recuperó el número (registro sanitario municipal) de la quesería de su abuela y así forjó su vida en torno a las cabras.
Con esta idea comienza hace 5 años la andadura de José Eduardo transformando la manada de cerca de 250 cabras, las cuales poco a poco (el año 2016 entró en la Asociación de Criadores de Cabra Palmera) va cambiando por cabras palmeras y recriando las suyas, las cuales señala muy orgulloso, “estas ya son mis cabras, las que he ido seleccionando yo”, cuando las suelta por las inmediaciones del Barranco El Roque en Santa Cruz de La Palma.
Con mucho trabajo e ilusión ha transformado esta heredada explotación caprina familiar de producción de leche en una granja de cabra palmera en pastoreo para no sólo la producción de leche sino también de su queso, Queso Jimagua, Queso Palmero DOP.
Así de dos corrales para más de 250 animales, arregla y amplia a tres corrales con patios de recreo para poder 3 lotes, actualmente sólo dos en producción y uno de recría, para “vender producto de calidad desde una manada que a mi me guste”.
José Eduardo recibe la ayuda de su padre en el ordeño y el pastoreo, para poder así invertir tiempo en la siega y recogida de pasto herbáceo, monte, tederas, vinagreras, etc. así como en el secado de plátanos, “una vez oí que el plátano seco (harina de plátano) podría ser un muy buen complemento para la dieta de los animales”, éstos siendo muy demandados por otros compañeros del sector.